23 junio 2010 – moluscos gasterópodos y su relación con el ser humano

Mis manos ya están completamente reparadas y tremendamente suaves. Gracias al producto Celltone y su altísimo poder reconstituyente proporcionado por su principio activo, que no es otro que el de la baba de caracol, puedo presumir de manos perfectas todo el tiempo.
 
Pero nadie quiere tener las manos suaves e hidratadas gracias a la baba de caracol. Lo que realmente quiere y desea todo el mundo no es otra cosa que degustar y saborear este apetecible invertebrado.
 
Abandonemos la cría en cautiverio de estos seres y deleitémonos con su sabor y textura únicos que solamente podemos apreciar en aquellas piezas salvajes capturadas directamente de la madre naturaleza. Alejémonos, por tanto, de los complejos entramados utilizados por los productores de caracoles para su cría en cautividad que no hacen sino que su sabor sea tan tremendamente artificial como las condiciones de vida a las que se ven sometidos hasta el momento de su recogida.
 
Y para degustar este manjar de exquisito buen gusto, nada mejor que tomar como punto de partida la ruta de los mejores y más reconocidos bares y puestos de caracoles que podemos encontrar en Córdoba:
 
http://maps.google.com/maps/ms?hl=es&ie=UTF8&msa=0&msid=115444415235966854451.000465549c1d67e53a5fd&ll=37.891383,-4.75914&spn=0.121924,0.199127&z=12&source=embed